Las sociedades de los países desarrollados están saturadas de leyes, normas y reglamentos. Todas las actividades empresariales, y también la mayoría de las acciones sociales que desarrollamos de forma cotidiana, están sometidas a algún tipo de regulación.
De la misma forma que para gestionar la democracia hay que creérsela o de que para administrar justicia hay que ser justo con uno mismo, la comunicación requiere teoría y práctica. Precisamente, una de las verdades de Carlos Salas nos sugiere que dediquemos nuestro tiempo a hablar con nosotros mismos. Conocerse bien a sí mismo es un capítulo de un libro cuyas páginas escribimos al unísono con nuestros interlocutores.
No es fácil conocerse bien, ...
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