Conclusiones

La mayor cantidad de tiempo despilfarrado es el que se emplea en no comenzar con la puesta en marcha de un proyecto de cambio –empezando por la transformación personal– que se ha visto como necesario o conveniente. Los cambios emergentes no son habitualmente los que se esperaba, pero si el directivo es capaz de equilibrarlos con cambios deliberados, pueden hacer crecer tanto a las organizaciones como a las personas en ellas implicadas.

Comenzar, además, un proceso de cambio en la toma de decisiones que permita salir al directivo de una soledad mala es sumamente conveniente. Hay que asumir que no basta con saber lo que hay que hacer, sino que también hay que aplicarse. No es suficiente querer, es imprescindible obrar. Pensar es ...

Get La soledad del directivo now with the O’Reilly learning platform.

O’Reilly members experience books, live events, courses curated by job role, and more from O’Reilly and nearly 200 top publishers.