Ideas en libertad

Libertad e imperfección

Álvaro Pombo

Allá en sus tiempos de presidente de Telefónica, declaró Luis Solana lo siguiente: «la perfección es fascista». La ocurrencia me pareció ya entonces desafortunada y, a la vez, profética. El fascismo es un sistema político muy imperfecto. Sólo sus desfiles, su teatralidad, era perfecta. La perfección, por inalcanzable que resulte, sigue siendo, sin embargo, un ideal de nuestra cultura estética y moral más refinada. Nos encontramos ante la paradoja de la perfección, que consiste en que una cualidad inalcanzable se haya presentado históricamente como una propuesta religioso-moral poderosa: «sed perfectos como vuestro Padre es perfecto». Examinemos nuestra experiencia de la perfección: se ...