12  El imperio clandestino
 
 
 
 

Horst veía grandes oportunidades en la mercadología deportiva, pero le estresaba tener que desarrollar ese negocio a escondidas de sus padres. La solución se le presentó casi por casualidad: Adidas presentó una oferta para asumir el control de Le Coq Sportif y Horst encontró en la empresa francesa al socio perfecto para construir su imperio clandestino.

En los 60, cuando Adidas todavía no fabricaba ropa propia, Horst Dassler y Le Coq Sportif habían sido estrechos colaboradores. La marca de la familia Camuset, famosa por el gallo de su logotipo, era una de las empresas francesas líderes en la fabricación de pantalones y camisetas de deporte. Según el acuerdo con los Camuset, que contaba con la bendición ...

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