Háblame

Epílogo

Le habían detectado una enfermedad grave que pudo tener solución en estadios incipientes, pero acudió demasiado tarde al médico y ahora debía ingresar en un hospital para intentar paliar los efectos devastadores de su enfermedad progresiva.

La noche anterior a su ingreso no pudo conciliar el sueño. La idea de verse desarraigado de su medio le hacía sentir que perdía su derecho a ser lo que hasta entonces había sido. Pronto se encontraría en un lugar impersonal, frío, rodeado de extraños. Pequeños detalles, a los que antes no concedía demasiada importancia, conformaban ahora en conjunto toda su vida y desprenderse de ellos suponía casi como ir desprendiéndose de un poco de sí mismo: la mesita donde tomar su desayuno cada mañana, su butaca ...