Prólogo
El Egipto faraónico es una civilización tan atrayente como habitualmente desconocida. Me ha impresionado, por ejemplo, saber que entre la construcción de las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos, por un lado y la de la reina Cleopatra, por otro, transcurrieron más años que entre Jesucristo y nosotros. Y es que durante más de 3.000 años se desarrolló a las orillas del Nilo una cultura que en buena medida fue heredada por Grecia y luego lo sería por Roma.
Un dato significativo, y por muchos ignorado: en la actualidad, cuando alguien desea realizar estudios avanzados procura estudiar en Estados Unidos. Durante cientos de años, los griegos que se lo podían permitir procuraban acudir a formarse a Egipto.
Nuestra dependencia cultural del ...