En el bandoenemigo 14

Ronaldo jugaba en el Real Madrid. Acababa de romper con Rodrigo Paiva, su jefe de Prensa, y llamó a un periodista de Marca que trabajaba en la redacción de Barcelona. «Quiero que seas, mi director de comunicación», le dijo. Ronaldo le había conocido siendo casi un adolescente en Río de Janeiro, y no se había olvidado de él. Después, fichó por el Barça de Robson y en la ciudad vivía ese periodista joven, paciente y sin intrigas. Su pequeño pasado le había enseñado a buscar la noticia sin molestar, a moderar ambiciones. El periodista era David Espinar y, por alguna razón, tuvo siempre un sexto sentido con el futbolista brasileño. No fue sólo Ronaldo. Rivaldo le pidió, a los 30 años, que escribiese su biografía y ...

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