Atrapados por el consumo

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Sobre las marcas

Antes de acostarse, María les había preparado una bandeja con una cubitera y licores en la cocina para que se sirvieran una copa después de cenar.

Carla fue a buscarla y la llevó al comedor todavía con la risa entre los labios, mientras sus amigos seguían encasillando malvadamente a todos sus conocidos.

Julio se sirvió un güisqui –que parecía carísimo– en un vaso bajo y lo balanceó suavemente con una mano, mientras rechazaba el cubito de hielo que Carla le ofrecía.

–Cuando el güisqui es bueno no necesitas estropearlo con agua –dijo con un tono claramente afectado.

Todos estallaron de risa al ver como Julio se ponía en el papel del arquetipo ejecutivo, que valora la calidad por encima de todo.

–¿Y no existe la posibilidad de ...